La banda Don Lunfardo y el Señor Otario regresa a Mar del Plata. Dará un show hoy a la medianoche en Abbey Road. La formación platense lleva 18 años de carrera en la escena independiente y cuenta con un gran número de seguidores desde sus presentaciones en La Mula Plateada.
Integrada por Luciano Angeleri en voz, Marcos Tradatti y Federico Lozano en guitarras, Javier De La Mata en batería, Néstor Arévalo en bajo, Andrés Maillard en teclados y Nacho Giusti en percusión, la banda se encuentra trabajando en la etapa final de su cuarto disco, con la producción artística de Martín Carrizo.
Se trata de una formación con base de rock e influencias de música latinoamericana que en sus presentaciones en vivo combina la música con el despliegue escénico, las proyecciones audiovisuales, las participaciones teatrales y la difusión de textos subterráneos en un fanzine.
“Siempre fuimos activistas y militantes culturales. Creemos que ser artistas es levantar una bandera, estar del otro lado, no ser funcionales” aseguró Luciano “Chino” Angeleri en una nota con LA CAPITAL, antes de viajar a Mar del Plata. Si bien asegura que el compromiso y la militancia le surgen “naturalmente”, considera que es una “responsabilidad de todos los artistas”. “Estamos muy preocupados, no es para nada atractiva la realidad que estamos viviendo. Parece un cuento de terror y como personas y artistas somos sumamente políticos, activadores, militantes: hay que hacer, pensar, hablar”.
En ese contexto “Chino” valoró que “lo mejor de trabajar de manera independiente es que ninguna corporación nos dice qué es lo que tenemos que hacer, ni cuál tiene que ser el corte o cuándo o cada cuánto tenemos que sacar un disco. Lo malo es que todos tenemos que seguir laburando de otras cosas y la banda es en los tiempos extra. Pero sabemos que el camino es largo y estamos en el lugar que tenemos que estar”.
De todas formas, que lleven la banda en sus tiempos libres no implica que el trabajo sea amateur. “somos muy perfeccionistas dedicamos muchas horas de nuestra vida a a la banda, ensayamos 3 o 4 veces por semana, mas de tres horas, y hacemos cada uno un montón de cosas extra. Cada uno tiene su rol, tratamos de dividirnos las tareas en función de nuestros gustos y posibilidades, por el bien de la banda”.
Angeleri reconoce que en mensajes y temáticas, la banda ha tenido una evolución. “En nuestros temas la calle está muy presente, siempre fuimos activistas y militantes culturales y la política atraviesa toda la cultura y nuestras vidas.
En los primeros discos, que tienen casi dos décadas, había un espíritu más adolescente, la jerga que utilizábamos era más directa. Ahora, con el crecimiento de cada uno de nosotros, la experiencia, nos ha ido cambiando la forma de decir las cosas. Quizás abordamos lo mismo, pero hay más sutileza, madurez en la poesía, experiencia, sabiduría que te dan el paso del tiempo, lo que te pasa, el trabajo”.